El escritor      
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Había una vez , un joven propietario de una floristería de un pequeño pueblo de montaña .
Le encantaban las flores , y siempre las cuidaba con los más exquisitos servicios. Según él, las plantas eran nuestra razón para vivir , y merecían tratarlas como es debido.
Un buen día , una señora de mediana edad entró a su local , mirando aquí y allá toda entusiasmada. Miraba cada flor detalladamente y con admiración . El joven se dirigió a la mujer preguntando si necesitaba ayuda o buscaba algo en concreto , y ella le dijo que quería nada mas y nada menos que 100 ramos de flores.
El jardinero se quedó muy sorprendido , nunca le habían encargado tantos ramos y además los quería para dentro de poco , pero lo mujer estaba dispuesta a pagar una fortuna por ellos.
Así que pactaron que dentro de 3 días los ramos estarían listos  y que el joven tendría su merecida paga por ello.Y en ese instante empezó a hacer esos ramos , con la dulzura con la que siempre trabajaba.