jueves, 12 de mayo de 2016

CIELO ABAJO, Constanza

Constanza no paraba de pensar en todo lo que le abía ocurrido, no le quedaba nadie a su lado, ni familiares, ni amigos... solamente su hermano que en ésos mismos momentos se encontraba en el frente.
Todo por culpa de la maldita guerra ¡por qué tuvo que ocurrir!, cada día se preguntaba lo mismo y se enfadaba consigo misma haciendose culpable de todo lo sucedido.
Nadie sabía de su existencia y nadie la echava de menos, día a día se sentía inútil, todos los días se limitava a levantar-se, ir a comprar, hacer la colada, comer y irse a dormir después de haberse tomado sus tres vasitos de whiskey que le ayudaban a bajar la ansiedad.
Un día como todos los demás, el sonido del telefono la despertó en mitad de la noche. Una vieja amiga del colegio había logrado localizar-la,  la conversación no duró más de treinta segundos,
al colgar el telefono Constanza se derrumbó en el sillón y rompió a llorar. Cuando se despertó al día siguiente la notícia que su amiga le había dado le volvió a retumbar la cabeza, su hermano había muerto.
En ése mismo instante, Constanza se levantó del sillón y se dirigió al almacén, abrió una cajita metálíca de color verde en la que se hallaba el regalo que su hermano le dió antes de marcharse a la guerra. Con ganas de encontrar-se con él y desertar éste mundo, Constanza apretó el gatillo de la pistola y cayó al suelo.

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