viernes, 13 de mayo de 2016

Cielo Abajo

En el libro de Cielo Abajo se explica la historia de dos jóvenes que deciden intercambiarse los nombres y su futuro. El protagonista llamado Javier Álvarez quiere ser aviador y queda poco para conseguirlo. Al llegar al campamento de los militares Javier conoce al Cortés, se hacen amigos y cortés le ayuda a conseguir su sueño. Javier si quiere conseguir su sueño y lograr ser tan bueno como uno de sus ejemplos a seguir, tendrá que hacer caso a todo lo que dice Cortés. Javier tenía una misión muy importante que hacer, el Cortés le ordenó de hacer de espía en una casa donde ahí vivía su mejor amigo Ramiro. Cada noche Cortés pasaría con avión por encima y él desde la casa con el lenguaje de la luz que solo saben los pilotos le contaría todo lo sucedido. Javier le hizo caso, los días con la familia republicana le iban muy bien. Un día que Ramiro no estaba, Constanza, la mujer de Ramiro, invito a Manuel, el vecino del piso de debajo, que contó historias de cuando era pequeño y hablo de su valiosa colecioón de sellos. Al rato empezaron a caer bombas desde el cielo y todos los vecinos se refujiaron en el sótano. Al instante aparecó Ramiro diciendo que el bando rebelde se había revelado contra ellos sin pensarselo dos veces. Por el miedo y por muchas circumstancias Constanza rompió aguas y no la podian llevar a ningún hospital, en ese momento se fueron al piso de Manuel y Constanza allí mismo parió a su hija, también llamada Constanza. En ese momento Joaquín que en realidad era Javier, se planteó ayudar a su bando republicano, pero finalmente decidió ayudar a Madrid. Ramiro y Cortés eran de bandos diferentes y lucharon el uno contra el otro a pesar de todo. Joaquín vio que Cortés y Ramiro se disparaban. De repente el avión de Ramiro explotó. Javier no pudo hacer nada por evitarlo y se marchó a casa para ver como estaba Constanza y su pequeña. Al llegar a casa se encontró la peor situación que le podía ocurrir, Consntanza murió y su pequeña tambén. Joaquín se fue con Manuel a llorar y le contó que todo había sucedido por su culpa, era un espía del otro bando.

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