El libro de Bernarda
Bernarda era una niña muy curiosa que siempre tocaba todo lo que veía. Una tarde estaba en casa de sus abuelos, Pepe y Rebeca, y con su madre Antonia.
De repente, en una estantería muy alta, casi infinita, vio un bonito y antiguo libro que le llamaba mucho la atención. Le preguntó a su abuela, Rebeca, que qué era, y le contestó que no lo podía explicar, que era un secreto que tenía, y la podía liar mucho si hacía algo con el libro. Cuando su madre y su abuela fueron a comprar al supermercado, y su abuelo Pepe estaba haciendo la siesta, Bernarda cogió una escalera e intentó llegar a alcanzar el libro. Al cabo de unos minutos, intentando hacer de todo, meneó la estantería y al fin cayó el libro. Entusiasmada, lo abrió rápidamente el libro, y leyó lo único que decía en unas doscientas páginas:
-Imagínate cualquier cosa.
Entonces, Bernarda pensó en un bonito bosque, lleno de animales y árboles frutales, y del libro, mágicamente, empezaron a salir árboles y animales, que llenaron toda la casa.
Lo último que se sabe de esa familia, es que tuvieron que llamar al jardinero...
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