jueves, 12 de mayo de 2016


CIELO ABAJO


Juntos, subimos a las dos horas que había conseguido con menos de 10 euros. Ella, puso el avión en marcha. Sentí todos los sentimientos posibles en menos de un minuto. Emoción, ya que nunca había volado en una avión de ese tipo. Miedo, porque siempre está la primera vez, ¿no? Un poco de tristeza, al ver la ciudad de Madrid; me sentí como Dechén, con toda su historia...

Se me pasaron las dos horas volando (nunca mejor dicho), y la verdad es que me entraron ganas de aprender. De sentir Madrid y a esos hombres hormiga de los cuales le hablaba Cortés a Dechén.
Constanza empezó su negocio, y la verdad es que no le fue mal. Por lo tanto, el trabajo se le acumulaba, y decidí ayudarle.
Y sí, funcionó. La veía cada día, y no me arrepiento. Y además, Constanza me enseñó a volar. Y Dechén tenía razón,Parecía que no era tan difícil.
Unos meses más después, empecé a sentir cosas por Constanza. Y no estaba seguro de que fuera mutuo... Y... ¿Que creeis que pasó?
Después de un tiempo, empecé a acercarme más a ella, y salió bien!
Llevamos mas de un año y medio juntos. Vivimos juntos y trabajamos juntos. Se puede pedir algo mas? La verdad es que espero que salga bien, ya que es lo mejor que tengo.

 Y espero crear una bonita familia con ella. Con la cuarta Constanza o... quizás con un primer Enrique.

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